Carlos Vicuña Fuentes (1886-1977) atravesó el siglo XX chileno desde las trincheras de la política y la escritura. Comprometido con la justicia y la libertad, ejerció sus profesiones de profesor y abogado con pasión, destacando en la defensa de la libertad de expresión y de los más excluidos –anarquistas, obreros Carlos Vicuña Fuentes (1886-1977) atravesó el siglo XX chileno desde las trincheras de la política y la escritura. Comprometido con la justicia y la libertad, ejerció sus profesiones de profesor y abogado con pasión, destacando en la defensa de la libertad de expresión y de los más excluidos –anarquistas, obreros y estudiantes–, sosteniendo, a su vez, una aguda y ácida lucha contra la tiranía, principalmente la de Carlos Ibáñez del Campo, que le costó la cárcel y el destierro.
Para Pablo Neruda y Armando Uribe fue uno de los mejores prosistas chilenos del siglo; maestro de la diatriba y el insulto, además de notable ensayista y cronista, dejó textos ineludibles para comprender la compleja historia del país, entre ellos En las prisiones políticas de Chile (1932) y La tiranía en Chile (1938). Irascible e intransigente, pero también un brillante orador, fue una personalidad que marcó las discusiones que dirigirían el rumbo de la nación: la Constitución de 1925, la efímera República Socialista y, en sus últimos años, el curso que tomó el gobierno de la Unidad Popular y la posterior dictadura cívico-militar.
En esta pionera investigación, Nicolás Vidal se adentra tanto en la vida íntima y familiar de Vicuña Fuentes como en sus correrías políticas, sus encendidos libros y las ideas que movilizaron a los intelectuales y críticos de su tiempo. Narrada con el ritmo de una novela de aventuras, tal como la obra y biografía del propio «justiciero», Vidal nos entrega un retrato vital y necesario de una de las figuras más potentes de la historia chilena del pasado siglo.