Los Fantasmas

Es el último día del año en un edificio en construcción en Buenos Aires. El relato se centra en la entrega de seis departamentos de lujo, que deben estar listos para ese 31 de diciembre, aunque su finalización aún está lejos. Durante la mañana, los futuros propietarios inspeccionan el lugar, suben y bajan por el edificio, acompañados por el arquitecto y los decoradores, mientras los albañiles continúan con su labor. En medio de esta actividad, flotan desnudos los fantasmas, presencias extrañas y naturales que habitan la estructura vacía e inacabada.

La ambientación se siente como un universo suspendido en el tiempo, donde cada elemento se detiene en un lento y esmerado relato que destaca las minucias de la construcción y los juegos de luz que penetran en su arquitectura. La prosa de César Aira se caracteriza por su habilidad de entrelazar la realidad y lo fantástico, creando un ambiente casi abstracto, pero a la vez cargado de tensión gracias a la misteriosa presencia de esos fantasmas.

A medida que avanza la narración, el autor despliega su genio narrativo llevando la historia a terrenos inesperados. Las páginas que empiezan con las visiones de los futuros habitantes y su interacción con el lugar se transforman en una cena de año nuevo que involucra a personajes como los veladores. Este giro sorprendente es sello distintivo de Aira: un autor cuya prosa exige atención, ya que el verdadero sentido de la historia se revela solo después de concluir la lectura. Los fantasmas es una obra que invita a una reflexión profunda y a disfrutar de la singularidad de su enfoque narrativo, convirtiéndose en una experiencia literaria fascinante.