Noe En Imagenes

Los primeros retratos de Noé, basados en las contenidas narraciones del Génesis, lo presentan como un hombre de avanzada edad, con barba, que oscila entre la severidad hacia sus semejantes y la sumisión ante lo divino. Sin embargo, su figura va más allá de estos estereotipos, ya que también se le ha representado en estados de embriaguez y desnudez. La Biblia, antes de mostrar sus interacciones en la historia, lo presenta en una serie de doce escenas simbólicas que encapsulan su viaje: se le observa de rodillas, obedeciendo a su creador; preparando un recipiente que podría salvarlo; erigiendo un edificio para la salvación de ciertas criaturas elegidas; tomando parte con su familia; embarcando una diversidad de especies en un artefacto; navegando en medio del diluvio universal; asomándose a una ventana a la espera de una paloma; desembarcando en una montaña; realizando sacrificios con los animales que sobrevivieron a la inundación; embriagándose con vino, su nuevo descubrimiento, y finalmente, durmiendo la resaca en la seguridad de su refugio.Estos momentos no son ajenos a la narrativa de las escenas fundacionales de la mitología. Lo que resulta intrigante es que el Arca, en lugar de ser simplemente una embarcación, se presenta como un edificio, una Casa que lo protege a él y a su grupo del Diluvio, y que, desde entonces, les ofrece resguardo ante las adversidades y les permite postergar la muerte. Así, Noé emerge no solo como un hombre que construyó un barco, sino como un arquitecto. Es el heredero de la cultura de Caín y un precursor de quienes soñaron con la Torre de Babel. No es un simple marinero o profeta, sino el primer arquitecto que diseñó un gran hogar en la Tierra, y, a través de esta perspectiva, el Arca representa la arquitectura más eficaz y necesaria contra cualquier catástrofe que pueda sobrevenir. Esta obra invita a reflexionar sobre la naturaleza de la salvación y el refugio en tiempos de crisis, destacando la relevancia de la construcción y la protección en la narrativa humana.